En este local, ubicado en el entorno de Los Sitios de la capital aragonesa, sus responsables quisieron crear un concepto original que aunase coctelería y sushi. Alejado de nombres y tópicos en japonés, el punto de encuentro de estos dos mundos lo hallamos en un elemento tan tangible y sensorial como el ginger, es decir, el jengibre cuyo tallo es común tanto en la elaboración de cócteles como en la gastronomía nipona. A este nombre le añadimos el apellido fizzbar como un guiño al tipo de cóctel fizz que, curiosamente, recuerda fonéticamente a fish, habitual ingrediente en los platos de este enclave.
