En esta empresa de servicios de producción audiovisual, que toma su nombre de la película homónima de Borau, sus directores, Pai y Kike, tenían muy claro que querían transmitir una imagen cuidada, sobria y elegante, pero con un guiño al humor. Por eso concebimos el logotipo como un paisaje tipográfico, tras cuyo horizonte se oculta una letra O furtiva. Para referenciar a la cinematografía clásica, usamos códigos de color en blanco y negro, mientras el amarillo sirve para resaltar y subrayar la información más imprescindible, evocando las líneas subrayadas en fluorescente de los guiones de cine.